San José, siendo tal vez la persona más parecida a nosotros de la Sagrada Familia por su humanidad, me regaló a través de su ejemplo, una confianza renovada en las promesas de Dios, y en como mi debilidad y pequeñez no son obstáculos para que Dios pueda trabajar.

El camino de San Jose fue una experiencia muy especial, el vivir estos días acompañando a José te hace ver todo desde una perspectiva muy única y te hace sentir muy parte de los momentos más importantes de su vida, como si lo vivieras con él en primera persona.

Fue en un momento de mi vida donde tan solo quería entregarle mi corazón y desde la primera estación supo que hacer con el, lo escuché, lo sentí, me abrazó y lo amé aún más. Conocer su vida y asimilarla tanto a la mia fue sentirme tan cercana y comprendida por él. Desde entonces no lo dejo y camino todos los días de su mano.”

Fue en un momento de mi vida donde tan solo quería entregarle mi corazón y desde la primera estación supo que hacer con él. Conocer su vida y asimilarla tanto a la mía fue sentirme tan cercana y comprendida por él. Desde entonces no lo dejo y camino todos los días de su mano.

Estar en medio del desierto y reflexionar en la vida de San José me hizo darme cuenta que a pesar de las dificultades, Dios es fiel a sus promesas y siempre esta presente en nuestras vidas

cuatro ciénegas tiene la dicha de que Dios padre nos ha designado a un gran Santo que nos conduce y nos guía para el encuentro con su hijo Jesús, este Santo es San José y su intersecion aquí es muy poderosa, por ello, contar aquí con la peregrinación de 20 km del camino de San José en este lugar semidesertico nos lleva a tener un encuentro muy íntimo y profundo con su persona, pero San José no solo se queda ahí, sino que también nos lleva a un encuentro muy íntimo y profundo con Mamita María para juntos llevarnos a la intimidad con Jesús. Recorrer este camino siempre me ha provocado sentirme protegido y cobijado dentro de su corazón paternal y protector, estoy seguro que el empezará a llamar a muchas personas para que puedan hacer el camino y así el pueda entregarles regalos y secretos del cielo a sus corazones.

Ponerse en los pies de San José es ponerse en los pies de la fidelidad y del amor a Dios, encontrarse con él es aprender a ser valientes, no temer a la voluntad de Dios, en custodiar lo sagrado, el mismo Dios hecho hombre le fue confiado, a nosotros se nos fue confiada la vida, la verdad que es Cristo, y tenemos que muchas veces dejar nuestra tierra para caminar por el desierto, en esa tierra tan seca pero tan humilde que se postra para que la sagrada familia pise en ella, este camino sin duda nos prepara, para seguir cambiando con Jesús sobre el agua. Y como en el desierto el que pierde la vista del camino se tropieza, en el mar se hunde. CRISTO REY NUESTRO, VENGA TU REINO!

Para mí fue muy fuerte reconocer la importancia de San José en la vida de Jesús y al mismo tiempo la de mi padre y la del padre de mis hijos